PREMIOS Y CASTIGOS EN LA DOMA |
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El sistema de premios y castigos es el más comúnmente utilizado,
no sólo para el adiestramiento de caballos, sino también para el
de otros muchos animales. Se basa en asociar a determinados comportamientos
unas sensaciones agradables y a otros sensaciones desagradables,
que a la larga motivarán al animal a hacer o a dejar de hacer unas
y otras.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que un caballo puede
aceptar un castigo si entiende su por qué; pero nunca lo aceptará
sin que se le de una "explicación" (relacionarlo con un
comportamiento indebido) y puede llegar a rebelarse.Además, para
que un caballo relacione una acción como correcta o inadecuada el
premio o el castigo deberán dársele de forma inmediata.
- Premios:
- Golosinas: que no deberán ser dadas al caballo sin
ton ni son, ya que acabaría por ser un vicio. Debemos reservarlas
únicamente para agradecer una buena conducta y ofrecerlas
sólo de forma esporádica.
- Descansos: son el premio óptimo después de haber
realizado un ejercicio que haya resultado duro o peligroso
para el caballo.
- Ofrecer seguridad y tranquilidad: para ello debemos
mostrarnos firmes pero tranquilos, un domador que grita o
que hace movimientos bruscos puede hacer desconfiar al caballo.
De ahí a importancia de que utilicemos una voz tranquilizadora,
teniendo en cuenta que este animal es enormemente sensible
al ruido.
- Imitación de comportamientos equinos: realizar movimientos
que desarrollan estos animales cuando están en manada puede
resultar enormemente gratificante para el caballo. Algunos
de éstos son:
- Pasar un brazo por encima del cuello: ya que imitamos
el comportamiento de la yegua cuando protege a su cría
y ofrecemos así una importante sensación de seguridad.
- Rascar detrás de la oreja: imitamos los cuidados mútuos
que se ofrecen los caballos.
- Echar la respiración sobre el cuello o los ollares:
otro cuidado mútuo entre estos animales.
- Rascar.
- Acariciar puntos sensibles: cada caballo posee unos
puntos especiales en los que le gusta ser acariciado, deberemos
buscarlos para utilizarlos como premio.
- Castigos:
- Gritos o voz fuerte: no debemos abusar de ellos
ya que podríamos acostumbrar al caballo, de forma que sólo
obedecerá ante ellos.
- Lenguaje corporal: ponerse erguido, hacer gestos
con los brazos.
- Tirón sobre la nariz: debe ser breve pero firme.
- Toques con la fusta o tralla: estos elementos deben
utilizarse como ayuda, no para castigar al caballo ya que
si les coge miedo huirá de ellas y no podrán utilizarse para
dirigirlo. Para castigar con ellos daremos únicamente un toque
breve y firme, pero nunca una paliza.
- Imitar castigos que realizan los propios caballos:
- Simular una coz, con un puntapié.
- Imitar un mordisco, con un golpe con el codo.
Por último conviene que tenga en cuenta que no se puede domar a un
caballo si no se hace de forma autoritaria, ya que está dentro de
su naturaleza. Un castigo dado a tiempo evitará que pierda el control
sobre el caballo; pero nunca este castigo deberá ser fuerte o
causar daño al animal. Debemos evitar los castigos de carácter emocional
cada castigo deberá ser diferente, ya que de otra forma el caballo
lo esperará y podrá reaccionar antes de darnos tiempo de hacerlo efectivo.
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